Esta lluvia duele, estas gotas queman...
Este dolor me hace llorar
lágrimas de cera...
¿Qué será de la noche?
¿Por qué está tan callada?
¿Será que no quiere...
saber de mí más nada?
Oh, cuán gélida y triste melodía...
que este corazón se niega a tocar.
El arpa que duerme en el regazo del infinito...
Interpreta la vibración de mi alma una vez más.
Ojos que me sumergen en un mar de ilusiones,
las gaviotas que vuelan desde el muelle,
harán de tu alma canciones.
Canción que brota de mi alma,
cual manantial de alegrías...
menuda cuna de tristezas.
Canto a la brisa para que lleve mi cantar,
a las más lejanas tierras donde puedas estar.
Para el corazón no hay fronteras,
para el amor no hay barreras.
Lluvia que quema mis ojos,
lágrimas que llueven desde el cielo...
limpiad mi alma de recelos,
hasta que en mi ser no haya más duelo.
La Luna ya observa,
a mis ojos que ya han callado...
Entiendo, al verla sonreír
que callada no había estado.
Río al verme ahí parado,
esperando una respuesta
que ante mí había estado.
El Silencio es el lenguaje de los Dioses,
pero las vibraciones del alma,
tejidas hacen canción...
canción que alzo desafiando al alba.
Canta, alma triste...
hasta que la tristeza se haga canción.
Hasta que puedas tejer con tus labios,
el lenguaje del corazón.
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