viernes, 29 de octubre de 2010

Rosa Desnuda.




Rosa de rojo pasión ella es,

¡Oh! ¡Qué atrevida, atrevida oh!

Desnudarse ella quiere.

Sensualmente, un pétalo cae,

A la rosa sensual no le importa,

Sus relámpagos se ven,

tras los pétalos color sangre.



¡Mirad! ¡Sus botas de espinas se saca!

La primera primero, ¡¿la segunda después?

¡Oh! ¡Semejante rareza en rosa tan recatada!


.
.
Su vestido de pétalos ella se quita,

¡A medio desnudarse ella está!

Su sostén de tallo cae entre gestos de sorpresa,

Sus calzones, ¡oh!

¡Desnuda la rosa está!



Desesperación de una Gota.

Me encaramo en una gota de lluvia azabache,
lloro con lágrimas de aflicción bañadas en bronce.
Directo hacia el suelo yo voy,
¡Gota de lluvia yo soy!


Recuerdo con nostalgia mi pasado,
cuando agua de mar yo era,
jugaba con mis vecinos en la plaza de coral,
jugábamos a ser caballitos de mar.


Recuerdo cuando acabó mi infancia,
lloré hasta casi desaparecer,
¡ah, qué calor nos entierra el Sol!
Me evaporo entre sollozos secos de amargura.


Nube soy yo ahora,
-recuerdo tristemente-.
Navego por los cielos que respiran amapolas,
Floto entre vientos de canciones de añil y rojo.


¡Qué desesperación yo siento!
Quiero morir, ¡nube yo no quiero ser!
Lloraré hasta desvanecerme.
¡Ah!
¡Lluvia yo seré!

Muero, una y mil veces,
contadas por un ciego relojero suizo.
Gota que cae, vida que muere,
me estrello en el suelo entre sollozos...
¡Gota moribunda yo soy!

El Hombre de Arena.

Cielo, ¿por qué estáis triste?
Nubes, ¿por qué lloráis?
Cántame notas de soles lejanos,
roza con tus labios mi nariz de plata mojada.

Cielo, ¿por qué estáis triste?
Porque mis lágrimas bailan en mi ojos.
Nubes, ¿por qué lloráis?
Porque dagas escarlata me desgarran mi alma cristalina.

Sol, ¿por qué dejas de ser Sol?
Porque... no sé.
Luna, ¿... Luna?
Oh, duermes aún en tu cuna de sombras azules.

Ocaso, ¿por qué no quieres abrazarme?
Indigno soy para tu aprecio merecer.
Noche, ¡asesíname bajo tu manto de plumas negras!
¡Trágame entre la niebla de carbón de oro!
¡Escupe mi retórica hasta quedar sin aliento!

Me golpeas cuerpo y alma con cada gota,
me deshago con el agua en silencio y amargura,
Porque yo soy...

El Hombre de Arena.

martes, 26 de octubre de 2010

Flor de traje.

Soy una flor que susurra destellos amarillos,
bailo con doncellas de oro que cuelgan del Sol.
Tren soy yo, por rieles oxidados yo voy,
llenando el mundo de desesperanzas.

Mi traje hecho de cartón de París,
es a la medida y corte de moda tiene,
por las calles de Milán paseo con mi traje,
cuánto estilo, qué elegancia tengo yo, flor con traje de cartón francés.

Un pétalo descuidado cae de mi cabeza,
pobre pobre traje de cartón, intenté lavarlo con aceite y se rompió.
Lloré granos de arena, en un ataúd lo enterré
a mi traje de hecho de cartón de París.

Ahora sólo uso mi traje de hojas secas de nogal muerto,
balanceo mis penas en una lujosa balanza hecha de basura,
mientras ardo en rocas hechas de sueños rotos
que mienten y engañan, queman y arden con frío cortante.

Este poema no puede terminar,
¡aún debo hablar de mi sombrero hecho de basura de Londres!
¡aún no he narrado mi travesía en un barco de papel por el Amazonas!
¡Soy una flor desnuda que ha perdido su dignidad comprada en París!

Quiero lo que no quiero porque sí...

Quiero vencer la gramática dentada y ponzoñosa,
ponzoñosa y dentada gramática la vencer quiero.
Morir bajo la sombra de un paraguas mojado por el sol,
nacer desde el vientre de un castor de color azul.

Mi memoria teje arcoiris de terciopelo mientras calla,
quiero morir, quiero vivir, quiero no querer porque de querer me harto.
Mis dedos gritan porque quieren ser libres, lloran, aman, gruñen.
Gruñen, aman, lloran, libres ser quieren porque gritan dedos mis.

Quiero reír, quiero llorar, quiero matar mi lírica absurda,
Quiero dormir en una cuna de pétalos de amapola,
despertar dentro del botón de un gladiolo cariñoso,
volar con alas de nubes entre las aves que huelen a roca.

Contar desde atrás diez palabras que tengan sabor a rosas,
Rosas a sabor tengan que palabras diez atrás desde contar.
Quiero devolver a su vientre a la lírica de antaño,
para hacer que nazca con alientos de cambio esponjoso.

Canto porque mudo yo soy,
En caída libre
caigo
yo
hasta
mi
fin
Porque poesía loca yo soy.

lunes, 25 de octubre de 2010

:E

Suspira retazos de virginidad,
eres una flor de agujas
que sueña con arcoiris de cascadas,
de tus ojos nacen mares de ilusiones,
amores que florecen en sombríos botones.

Eres un ave que canta melodías de cuncuna,
eres un amor que recita versos desde mi cuna.
Tu boca salta desde una aleta a otra,
son rubíes que sangran amores,
que sudan hojas de colores.

¿Quién te dijo que mis versos son suicidas,
sólo porque saltan desde mi boca hasta el abismo?
El Abismo son las palabras, musa mía.
Es por eso que tus manos bailan,
es por eso que mi verso tergiversa.

Sólo porque mis manos son vientos de sopor,
sólo porque mis ojos son aprisionados por el dolor.
Sólo porque de mis labios las prosas se humillan.
Mi corazón abre la puerta y salta
de mi pecho a tu oreja teñida de alelíes.

Eres una estrella caprichosa,
a quien la Luna le hace cuna.
La Eternidad te teje vestidos de raso barato,
el Sol te alisa tus rizos con sus rayos.

Verso los versos que versando he de versar,
pues mi dicotomía moral está en flor,
en un jardín de alambres llorosos de engaño azul y rojo.
El frío se ha puesto morado, sus brazos se han secado.
Gira, gira en tu órbita de susurros,
muere, muere en tu ataúd de murmullos!!!