¡Sí! Era una tragedia...
¡No! No era una comedia...
El Orgullo estaba siendo crucificado,
de vanidad le habían acusado.
Con focos y guirnaldas,
las calles estaban adornadas.
Alfombra roja extendida estaba,
ya el público con ansia esperaba.
¡El Orgullo viene en la esquina!
¡Con dificultad él camina!
Pues una cruz viene cargando,
sus manos están sangrando.
Pero no hacía gesto alguno,
daba los pasos, uno por uno,
¡Buitres, lágrimas mías no verán!
¡Ustedes, por ingenuos caerán!
Pero la multitud no escuchaba,
con licor y música disfrutaba,
muchos invitados habían,
gordos delegados del gobierno venían.
El Orgullo, orgulloso avanzaba,
aunque a duras penas ya caminaba.
La colina se veía adelante,
allí lo esperaba una audiencia impresionante.
La orquesta empezó a tocar,
melodías que me hacían llorar.
Sentado estaba yo, al lado de la Alegría,
a mi gran amigo morir yo vería.
Preparada ya la cruz estaba,
el público atento miraba.
Sus manos heridas clavaron,
en sus pies clavos enterraron.
No vi gesto, el Orgullo estaba mudo,
a pesar de que ya estaba casi desnudo.
Lista para colocar la cruz estaba,
con dolor e impotencia la escena miraba.
Sus manos sangraban,
pero sus ojos no lloraban.
La multitud reía,
mientras de a poco se iba el día.
Se hizo de noche,
cada quien se fue a su coche.
La Ironía con rabia se paró,
al Orgullo un tomate lanzó.
El Orgullo reía,
la conciencia ya perdía.
A los pies de la cruz yo corrí
-si he de morir que sea aquí-.
La Muerte llegó con la noche,
con mucho estilo bajó de su coche.
Con vestido de seda ella venía,
"Debo modernizarme", decía.
¡Llévame con él, por favor!
-exclamé con dolor-.
Sus ojos, se han apagado.
Mi único amigo, se ha marchado.
La Muerte con frialdad me miró,
con paciencia los clavos sacó.
Tomó el cuerpo y se incorporó,
y con seriedad ella me habló:
Ven conmigo,
acompañarás a tu amigo.
Y te confesaré esto,
también este mundo yo detesto.
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Tienes miedo de despojarte del orgullo?, todos temen de ello. Es como una coraza, una armadura que previene de la debilidad. Y sólo deja mostrar un ente frío y vengativo.
ResponderEliminarTranquilo, cuesta mucho matar definitivamente el orgullo.