sábado, 17 de abril de 2010

...

Es este Odio,
criatura rencorosa que embiste
los muros del Castillo de la Paz.
Una desenfrenada Ira,
que cual tornado arrasa
los helados páramos del Orgullo.

Danza, un lúgubre halo de Tristeza
que desciende desde lo más alto del cielo,
encerrado en cientos de gotas de agua
que caen osadas a la tierra.
Traición que apuñala a los camaradas
que marchan al lado de la Confianza.

Es este Dolor,
que me embarga noche y día.
Esta Incertidumbre que me asedia
como un pensamiento sugestionado.
Un caballo de mil alas
que relincha desesperado.

Este sol se ha podrido;
sólo refleja oscuridad.
La luna se ha deshecho;
su polvo cae sobre nuestros rostro.
¿Qué hemos hecho,
al dejar que el corazón sea nuestro Rey?

Este canto de sirena,
emergiendo desde lo más profundo del oceáno,
nos persigue entre los oscuros bosques
en donde nos acecha el Miedo.
La Soledad nos espera allí, sentada,
con una sonrisa que no es sonrisa
frente a la Puerta de la Muerte.

1 comentario:

  1. Alimentas a la soledad
    como a dos animales pequeños
    perdidos en el desierto, y es tan grande que hasta las mismas palabras se suicidan, para lograr crear un nuevo amanecer.

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